Panorama:
Prof. Lacan, se escucha hablar más y más a menudo de la crisis del
psicoanálisis: se dice que Sigmund Freud está superado, la sociedad
moderna ha descubierto que su doctrina no alcanza a comprender al hombre
ni a interpretar a fondo su relación con el ambiente, con el mundo...
Lacan:
Son historias. En primer lugar : la crisis, no existe. No está , el
psicoanálisis, al contrario, no ha alcanzado del todo sus límites. Hay
aún muchas cosas para descubrir tanto en la práctica como en la
doctrina. En el psicoanálisis no hay solución inmediata, sino
solamente la larga y paciente investigación acerca de los porqués. En
segundo lugar: Freud. ¿Cómo se lo puede juzgar como superado si no lo
hemos comprendido enteramente ? Lo que sabemos es que ha dado a
conocer cosas totalmente novedosas que no se habían imaginado antes de
él, problemas... del inconsciente hasta la importancia de la
sexualidad, del acceso a lo simbólico al sujetamiento a las leyes del
lenguaje.
Su doctrina ha puesto a la verdad en cuestión, un asunto que concierne a cada uno personalmente. Nada que ver con una crisis. Repito : estamos lejos de los objetivos de Freud. Es porque su nombre ha servido para cubrir muchas cosas que ha habido desviaciones, los epígonos no han seguido siempre fielmente el modelo, eso ha creado la confusión.
Después de su muerte en 1939, algunos de sus alumnos pretendieron hacer el psicoanálisis de otra manera, reduciendo su enseñanza a algunas pequeñas fórmulas banales : la técnica como rito, la práctica reducida al tratamiento del comportamiento y, como objetivo, la readaptación del individuo a su entorno social. Es decir, la negación de Freud, un psicoanálisis acomodaticio, de salón.
Él mismo lo había previsto. Decía que hay tres posiciones imposibles de sostener, tres tareas imposibles : gobernar, educar y psicoanalizar. Hoy día poco importa quien tiene las responsabilidades de gobernar y todo el mundo se pretende educador. En cuanto a los psicoanalistas , ¡ ay !, por desgracia prosperan como los magos y los curanderos. Proponer ayudar a las personas significa el éxito asegurado y la clientela detrás de la puerta. El psicoanálisis es otra cosa.
Su doctrina ha puesto a la verdad en cuestión, un asunto que concierne a cada uno personalmente. Nada que ver con una crisis. Repito : estamos lejos de los objetivos de Freud. Es porque su nombre ha servido para cubrir muchas cosas que ha habido desviaciones, los epígonos no han seguido siempre fielmente el modelo, eso ha creado la confusión.
Después de su muerte en 1939, algunos de sus alumnos pretendieron hacer el psicoanálisis de otra manera, reduciendo su enseñanza a algunas pequeñas fórmulas banales : la técnica como rito, la práctica reducida al tratamiento del comportamiento y, como objetivo, la readaptación del individuo a su entorno social. Es decir, la negación de Freud, un psicoanálisis acomodaticio, de salón.
Él mismo lo había previsto. Decía que hay tres posiciones imposibles de sostener, tres tareas imposibles : gobernar, educar y psicoanalizar. Hoy día poco importa quien tiene las responsabilidades de gobernar y todo el mundo se pretende educador. En cuanto a los psicoanalistas , ¡ ay !, por desgracia prosperan como los magos y los curanderos. Proponer ayudar a las personas significa el éxito asegurado y la clientela detrás de la puerta. El psicoanálisis es otra cosa.
Panorama: ¿Qué exactamente?
Lacan:
Lo defino como un síntoma, revelador del malestar de la civilización en
la cual vivimos. No es ciertamente una filosofía, yo aborrezco la
filosofía, hace ya tiempo que ella no dice nada interesante. No es
tampoco una fe y tampoco me va llamarla ciencia. Digamos que es una
práctica que se ocupa de aquello que no anda, terriblemente difícil ya
que pretende introducir en la vida cotidiana al imposible y al
imaginario. Hasta ahora, ha obtenido ciertos resultados, pero no dispone
aún de reglas y se presta a toda suerte de equívocos.
No hay que olvidar que se trata de algo totalmente nuevo, tanto sea en relación a la medicina, o a la psicología o a las ciencias afines. Es asimismo muy joven. Freud murió apenas hace 35 años. Su primer libro, “La interpretación de los sueños” fue publicado en 1900 y con muy poco éxito. Creo que fueron vendidos unos 300 ejemplares en aquellos años. Tenía pocos alumnos que pasaban por locos y ellos mismos no estaban de acuerdo acerca de la manera de poner en práctica y de interpretar aquello que habían adquirido.
No hay que olvidar que se trata de algo totalmente nuevo, tanto sea en relación a la medicina, o a la psicología o a las ciencias afines. Es asimismo muy joven. Freud murió apenas hace 35 años. Su primer libro, “La interpretación de los sueños” fue publicado en 1900 y con muy poco éxito. Creo que fueron vendidos unos 300 ejemplares en aquellos años. Tenía pocos alumnos que pasaban por locos y ellos mismos no estaban de acuerdo acerca de la manera de poner en práctica y de interpretar aquello que habían adquirido.
Panorama: ¿Qué es lo que no anda en el hombre hoy en día?
Lacan:
Hay una gran fatiga de vivir como resultado de la carrera hacia el
progreso. Se espera del psicoanálisis que descubra hasta dónde se puede
llegar arrastrando esa fatiga, ese malestar de la vida.
Panorama: ¿Qué es lo que empuja a la gente a analizarse?
Lacan:
El miedo. Cuando al hombre le llegan las cosas, incluso las cosas que
ha querido, que no comprende, tiene miedo. Sufre de no comprender y poco
a poco entra en un estado de pánico. Es la neurosis. En la neurosis
histérica el cuerpo deviene enfermo del miedo de estar enfermo sin
estarlo realmente. En la neurosis obsesiva el miedo pone cosas bizarras
en la cabeza ... pensamientos que no se pueden controlar, fobias en las
cuales formas y objetos adquieren significaciones diversas y
espantosas.
Panorama: ¿Por ejemplo?
Lacan:
El neurótico llega a sentirse empujado por una necesidad espantosa de
tener que verificar docenas de veces si la canilla está cerrada de
verdad o si tal cosa está bien en su lugar, sabiendo con certeza que la
canilla está como debe estar y que la cosa está en su lugar. No hay
pastilla que cure eso. Tú debes descubrir por qué eso te llega y
saber lo que eso significa.
Panorama: ¿Y el tratamiento?
Lacan:
El neurótico es un enfermo que se trata con la palabra, sobre todo con
la suya. Debe hablar, contar, explicar él mismo. Freud lo define así:
“asunción de la parte del sujeto de su propia historia, en la medida en
que ella está constituida por la palabra dirigida a otro”. El
psicoanalista no tiene mas remedio que ser el rey de la palabra. Freud
explicaba que el inconsciente no es tanto profundo sino más bien que es
inaccesible a la profundización consciente. Y decía también que en ese
inconsciente “ello habla”: un sujeto en el sujeto trascendiendo al
sujeto. La palabra es la gran fuerza del psicoanálisis.
Panorama: ¿Palabra de quien? ¿Del enfermo o del analista?
Lacan:
En el psicoanálisis, los términos “enfermo, médico, medicina” no son
exactos, no son utilizados. Incluso las fórmulas pasivas que son
utilizadas habitualmente no son justas. Se dice “hacerse
psicoanalizar”. Es falso. Aquel que hace el trabajo en análisis es aquel
que habla, el sujeto analizante mismo si el lo hace según el modelo
sugerido por el analista que le indica cómo proceder y lo ayuda con sus
intervenciones. Las interpretaciones que les son proporcionadas
parecen dar sentido en un primer abordaje a aquello que el analizante
dice.
En realidad la interpretación es más sutil, tiende a borrar el sentido de las cosas por las cuales el sujeto sufre. El objetivo es el de mostrarle a través de su propio relato que su síntoma, digamos la enfermedad, no está en relación con nada, que está desanudada de todo sentido. Incluso, si en apariencia es real, él no existe.
Las vías por las cuales esta acción de la palabra procede pide mucha práctica y una paciencia infinita. La paciencia y la ponderación son los instrumentos del psicoanálisis. La técnica consiste en saber ponderar la ayuda que se le da al analizante; es por esto que el psicoanálisis es difícil.
En realidad la interpretación es más sutil, tiende a borrar el sentido de las cosas por las cuales el sujeto sufre. El objetivo es el de mostrarle a través de su propio relato que su síntoma, digamos la enfermedad, no está en relación con nada, que está desanudada de todo sentido. Incluso, si en apariencia es real, él no existe.
Las vías por las cuales esta acción de la palabra procede pide mucha práctica y una paciencia infinita. La paciencia y la ponderación son los instrumentos del psicoanálisis. La técnica consiste en saber ponderar la ayuda que se le da al analizante; es por esto que el psicoanálisis es difícil.
Panorama: Cuando se habla de Jacques Lacan, se asocia inevitablemente ese nombre a una fórmula: “el retorno a Freud”. ¿Qué significa eso?
Lacan:
Exactamente eso que es dicho. El psicoanálisis es Freud. Si se quiere
hacer psicoanálisis, hay que referirse a Freud, en sus términos, en sus
definiciones, leídas e interpretadas en su sentido literal. He fundado
en París una escuela freudiana justamente para eso. Hace 20 años o más
que vengo explicando mi punto de vista: el retorno a Freud simplemente
significa despejar el campo de las desviaciones y de los equívocos, de
las fenomenología existenciales por ejemplo tanto como del formulismo
institucional de las sociedades analíticas, retomando la lectura de su
enseñanza según los principios definidos y catalogados en su trabajo.
Releer Freud quiere decir solamente releer Freud. Aquel que no hace
esto en psicoanálisis, utiliza formas abusivas.
Panorama:
Pero Freud es difícil. Y Lacan ,dicen, lo torna incomprensible. Se le
reprocha a Lacan hablar y sobre todo escribir de tal manera que
solamente aquellos iniciados pueden esperar comprender.
Lacan:
Lo sé, tengo la reputación de ser un oscuro que esconde su pensamiento
en nubes de humo. Yo me pregunto el porqué. A propósito del análisis,
respeto conjuntamente con Freud que sea “el juego intersubjetivo a
través del cual la verdad entre en el real”. ¿No está claro? Pero el
psicoanálisis no es una cosa simple.
Mis libros tienen reputación de incomprensibles. ¿Pero por quién? No los he escrito para todos, para que sean comprendidos por todos. Al contrario, no me he preocupado ni un instante de complacer a algunos lectores. Tengo cosas para decir y las digo. Me es suficiente tener un público que lee, y si no comprende, paciencia. En cuanto al número de lectores, tengo mas chance que Freud. Mis libros son muy leídos; estoy asombrado por eso.
Estoy convencido que dentro de 10 años como máximo, quien me lea me encontrará transparente como una buena jarra de cerveza. Es posible que entonces se diga: ¡ ese Lacan, es banal!
Mis libros tienen reputación de incomprensibles. ¿Pero por quién? No los he escrito para todos, para que sean comprendidos por todos. Al contrario, no me he preocupado ni un instante de complacer a algunos lectores. Tengo cosas para decir y las digo. Me es suficiente tener un público que lee, y si no comprende, paciencia. En cuanto al número de lectores, tengo mas chance que Freud. Mis libros son muy leídos; estoy asombrado por eso.
Estoy convencido que dentro de 10 años como máximo, quien me lea me encontrará transparente como una buena jarra de cerveza. Es posible que entonces se diga: ¡ ese Lacan, es banal!
Panorama: ¿Cuáles son las características del lacanismo?
Lacan: Es un poco apresurado decirlo ya que el lacanismo no existe aún. Se percibe apenas un olor, como un presentimiento.
Sea lo que sea, Lacan es un señor que practica el psicoanálisis hace 40 años y que estudia desde hace más tiempo. Creo en el estructuralismo y en la ciencia del lenguaje. He escrito en uno de mis libros que “ aquello a lo cual nos devuelve el descubrimiento de Freud es a la importancia del orden en el cual hemos entrado, en el que somos, si se puede decir, nacidos por segunda vez, saliendo del estado llamado justamente infans, sin palabra”.
El orden simbólico sobre el cual Freud ha fundado su descubrimiento está constituido por el lenguaje, como momento del discurso concreto universal. Es el mundo de las palabras que creó el mundo de las cosas, inicialmente confusas en el devenir del todo. Solamente las palabras dan un sentido cabal a la esencia de las cosas. Sin las palabras, nada existiría. ¿Cuál sería el placer sin el intermediario de la palabra?
Mi idea es que Freud al enunciar en sus primera obras (“La interpretación de los sueños”, “Mas allá del principio del placer”, “Tótem y tabú”) las leyes del inconsciente formuló, como precursor de su tiempo, las teorías con las cuales algunos años mas tarde Ferdinand de Saussure abrió el camino de la lingüística moderna.
Sea lo que sea, Lacan es un señor que practica el psicoanálisis hace 40 años y que estudia desde hace más tiempo. Creo en el estructuralismo y en la ciencia del lenguaje. He escrito en uno de mis libros que “ aquello a lo cual nos devuelve el descubrimiento de Freud es a la importancia del orden en el cual hemos entrado, en el que somos, si se puede decir, nacidos por segunda vez, saliendo del estado llamado justamente infans, sin palabra”.
El orden simbólico sobre el cual Freud ha fundado su descubrimiento está constituido por el lenguaje, como momento del discurso concreto universal. Es el mundo de las palabras que creó el mundo de las cosas, inicialmente confusas en el devenir del todo. Solamente las palabras dan un sentido cabal a la esencia de las cosas. Sin las palabras, nada existiría. ¿Cuál sería el placer sin el intermediario de la palabra?
Mi idea es que Freud al enunciar en sus primera obras (“La interpretación de los sueños”, “Mas allá del principio del placer”, “Tótem y tabú”) las leyes del inconsciente formuló, como precursor de su tiempo, las teorías con las cuales algunos años mas tarde Ferdinand de Saussure abrió el camino de la lingüística moderna.
Panorama: ¿Y el pensamiento puro?
Lacan:
Sometido, como todo el resto, a las leyes del lenguaje, solamente las
palabras pueden introducir y darle consistencia. Sin el lenguaje, la
humanidad no daría un paso hacia el frente en las investigaciones
acerca del pensamiento. Del mismo modo para el psicoanálisis. Sea cual
sea la función que quisiéramos atribuirle, agente de cura, de formación o
de sondeo, no hay mas que un medium del que se sirve : la palabra del
paciente. Y cada palabra pide respuesta.
Panorama: ¿El análisis como diálogo? Hay gente que lo interpretan sobretodo como un sucedáneo laico de la confesión...
Lacan:
¿Pero qué confesión? Al psicoanalista no se le confiesa nada. Se va a
decirle simplemente todo lo que se le pasa por la cabeza. Palabras
precisamente. El descubrimiento del psicoanálisis, es el del hombre como
animal parlante. Es asunto del analista el poner en serie las palabras
que escucha y de darle un sentido, una significación. Para realizar un
buen análisis, hace falta un acuerdo, una afinidad entre el analizante y
el analista. A través de las palabras de uno, el otro busca hacerse
una idea de lo que se trata y a encontrar mas allá del síntoma aparente,
el difícil nudo de la verdad. Otra función del analista es la de
explicar el sentido de las palabras para hacer comprender al paciente
acerca de lo que puede esperar del análisis.
Panorama: Entonces es una relación de una extrema confianza.
Lacan:
Sobre todo un intercambio, en el cual lo importante es que uno habla y
el otro escucha. Aún en silencio. El analista no plantea preguntas y no
tiene ideas. Da solamente las respuestas que hace falta dar a las
preguntas que suscitan sus buenas ganas. Pero a fin de cuentas , el
analizante va siempre a donde el analista lo lleva.
Panorama: Eso es la cura. ¿Y acerca de las posibilidades de curación? ¿Se sale de la neurosis?
Lacan: El psicoanálisis tiene éxito cuando vacía el campo tanto del síntoma como del real, y así llega a la verdad.
Panorama: ¿ Podría explicarme ese concepto de una manera menos lacaniana?
Lacan:
Yo llamo síntoma a todo aquello que viene del real. Y el real es todo
aquello que no anda, que no funciona, eso que hace obstáculo a la vida
del hombre y a la afirmación de su personalidad. El real vuelve siempre
al mismo lugar, se lo encuentra siempre allí con las mismas
manifestaciones. Los científicos disponen de una bella fórmula: que no
hay nada de imposible en el real. Hace falta ser un caradura para
hacer afirmaciones de ese género, o bien como yo lo sospecho, una
ignorancia total acerca de lo que se hace y de lo que se dice. El real
y el imposible son antitéticos; no pueden estar juntos. El análisis
empuja al sujeto hacia el imposible, le sugiere considerar el mundo
como es verdaderamente, es decir imaginario y sin ningún sentido.
Mientras que el real, como un pájaro voraz , no hace otra cosa que
nutrirse de cosas sensatas, de acciones que tienen un sentido.
Se escucha siempre repetir que hay que darle un sentido a esto o a aquello, a sus propios pensamientos, a sus propias aspiraciones, a los deseos, al sexo, a la vida. Pero de la vida no sabemos nada de nada, cómo se sofocan los científicos por explicar. Mi miedo es que por culpa de ellos, el real, cosa monstruosa que no existe, termine tomando la delantera. La ciencia está en tren de sustituir a la religión, con otro tanto de despotismo, de oscuridad y de oscurantismo. Hay un dios átomo, un dios espacio, etc. Si la ciencia o la religión lo logran, el psicoanálisis está acabado.
Se escucha siempre repetir que hay que darle un sentido a esto o a aquello, a sus propios pensamientos, a sus propias aspiraciones, a los deseos, al sexo, a la vida. Pero de la vida no sabemos nada de nada, cómo se sofocan los científicos por explicar. Mi miedo es que por culpa de ellos, el real, cosa monstruosa que no existe, termine tomando la delantera. La ciencia está en tren de sustituir a la religión, con otro tanto de despotismo, de oscuridad y de oscurantismo. Hay un dios átomo, un dios espacio, etc. Si la ciencia o la religión lo logran, el psicoanálisis está acabado.
Panorama:¿Qué relación guardan entre sí hoy día la ciencia y el psicoanálisis?
Lacan:
Para mí la única ciencia verdadera, seria para seguir es la ciencia
ficción. La otra, aquella que es oficial, que tiene sus altares en los
laboratorios, avanza a tientas y a locas y comienza a tener miedo de
su sombra. Pareciera que a los científicos también les llegó el
momento de angustia. En sus laboratorios asépticos revestidos de sus
guardapolvos almidonados, esos viejos niños que juegan con cosas
desconocidas, manipulando aparatos siempre más complicados e inventando
fórmulas siempre más oscuras, comienzan a preguntarse qué es lo que
podrá sobrevenir mañana y qué terminarán aportando sus investigaciones
siempre novedosas. En fin, digo. ¿Y si es demasiado tarde? Se llamen
biólogos, físicos, químicos, para mí están locos.
Solamente por el momento, mientras están en vías de destruir el universo, les viene al espíritu preguntarse si por azar eso que hacen no sería peligroso. ¿Y si todo saltara? ¿ Y si las bacterias tan amorosamente elevadas en los blancos laboratorios se trasmutasen en enemigos mortales? ¿Y si el mundo fuera barrido por una horda de esas bacterias con todo lo merdoso que lo habita, comenzando por los científicos de los laboratorios? Hay tres posiciones imposibles dichas por Freud: gobernar, educar y psicoanalizar. Agregaría una cuarta: la ciencia. Tan cerca como las demás, los científicos no saben que están en una posición insostenible.
Solamente por el momento, mientras están en vías de destruir el universo, les viene al espíritu preguntarse si por azar eso que hacen no sería peligroso. ¿Y si todo saltara? ¿ Y si las bacterias tan amorosamente elevadas en los blancos laboratorios se trasmutasen en enemigos mortales? ¿Y si el mundo fuera barrido por una horda de esas bacterias con todo lo merdoso que lo habita, comenzando por los científicos de los laboratorios? Hay tres posiciones imposibles dichas por Freud: gobernar, educar y psicoanalizar. Agregaría una cuarta: la ciencia. Tan cerca como las demás, los científicos no saben que están en una posición insostenible.
Panorama: Es una definición bastante pesimista de aquello que comúnmente se llama progreso.
Lacan:
Para nada, no soy para nada pesimista. No llegará a nada, por la simple
razón de que el hombre es un bueno para nada, incapaz de destruirse a
sí mismo. Una calamidad total promovida por el hombre, eso lo
encontraría personalmente maravilloso. Sería la prueba de que finalmente
ha logrado fabricar alguna cosa con sus manos, con su cabeza, sin
intervención divina , natural o de otra especie.
Todas esas bellas bacterias bien nutridas que se pasean por el mundo, como las langostas bíblicas, significarían el triunfo del hombre. Pero eso no llegará jamás. La ciencia tiene su buena crisis de responsabilidad. Todo reentrará en el orden de las cosas, como se dice. Lo he dicho, el real tendrá la superioridad como siempre y nosotros estaremos jodidos como siempre.
Todas esas bellas bacterias bien nutridas que se pasean por el mundo, como las langostas bíblicas, significarían el triunfo del hombre. Pero eso no llegará jamás. La ciencia tiene su buena crisis de responsabilidad. Todo reentrará en el orden de las cosas, como se dice. Lo he dicho, el real tendrá la superioridad como siempre y nosotros estaremos jodidos como siempre.
Panorama:
Otra de las paradojas de Jacques Lacan. Nos lanza no solamente la
dificultad del lenguaje y la obscuridad de los conceptos, los juegos de
palabras, los divertimentos lingüísticos, los acertijos a la francesa y
precisamente las paradojas. Aquel que lo escucha o lo lee debe de
sentirse desorientado.
Lacan:
No agrado del todo, digo las cosas muy seriamente. Salvo que utilice
las palabras como lo los científicos, de los que hablamos antes,
utilizan sus alambiques y sus gadgets electrónicos. Busco siempre
referirme a la experiencia del psicoanálisis.
Panorama:
Usted dijo: el real no existe. Pero el hombre medio sabe que el real
es el mundo, todo aquello que lo rodea, lo que se ve ante el ojo
desnudo, se toca, es ...
Lacan:
De entrada rechacemos a este hombre medio que , él, para comenzar no
existe, es solamente una ficción estadística, existen los individuos y
eso es todo. Cuando escucho hablar del hombre de la calle, de los
sondeos, de los fenómenos de masa o de cosas parecidas, pienso en todos
los pacientes que he visto pasar sobre el diván de mi consultorio en
cuarenta años de escucha. No hay uno solo que sea parecido a otro,
ninguno con la misma fobia, la misma angustia, la misma manera de
relatar, el mismo miedo de no entender. El hombre medio, ¿quien es ?
¿Yo, usted, nosotros, mi conserje, el presidente de la república ?
Panorama: Hablamos del real, del mundo que todos vemos ...
Lacan:
Precisamente. La diferencia entre el real, a saber, eso que no va y el
simbólico y el imaginario, a saber, la verdad, es que el real es el
mundo. Para constatar que el mundo no existe, que no es, hace falta
pensar en todas las cosas banales que una infinidad de gente estúpida
creen que es el mundo. E invito a los amigos de Panorama, antes de
acusarme de paradoja, a reflexionar acerca de lo que acaban de leer.
Panorama: Siempre más pesimista se diría...
Lacan:
No es cierto. No me coloco entre los alarmistas ni entre los
angustiados. Estupendo si un psicoanalista no ha dejado atrás su estado
de la angustia. Es cierto, hay alrededor de nosotros cosas
horripilantes y devorantes, como es la televisión, por la cual la
mayoría de nosotros se encuentra regularmente fagocitado. Pero es
únicamente porque las personas se dejan fagocitar que llega a
inventarse un interés para aquellos que los ven. Luego hay otros
gadgets monstruosos tan devorantes, los cohetes en la luna, las
investigaciones en el fondo del mar, etc, cosas que devoran, pero no
hay de qué hacer un drama. Estoy seguro que cuando hayamos tenido los
cohetes, la televisión y todas las otras malditas investigaciones para
la vida, encontraremos otras cosas para ocuparnos. Hay una
reviviscencia de la religión ¿no? ¿Y que mejor monstruo devorante que
la religión, una feria continua con la cual entretenerse durante siglos
como ya ha sido demostrado?
Mi respuesta a todo ello es que el hombre siempre supo adaptarse al mal. El solo real concebible al que tenemos acceso es precisamente este y hay que darse una razón. Dar un sentido a las cosas como se dice. De otro modo el hombre no tendría angustia. Freud no habría devenido célebre y yo no sería profesor del colegio.
Mi respuesta a todo ello es que el hombre siempre supo adaptarse al mal. El solo real concebible al que tenemos acceso es precisamente este y hay que darse una razón. Dar un sentido a las cosas como se dice. De otro modo el hombre no tendría angustia. Freud no habría devenido célebre y yo no sería profesor del colegio.
Panorama:
Las angustias , ¿son todas ellas siempre de ese tipo o bien hay
angustias ligadas a ciertas condiciones sociales, a ciertas etapas
históricas, a ciertas latitudes?
Lacan:
La angustia del científico que tiene miedo de sus propios
descubrimientos puede parecer reciente, pero ¿qué sabemos nosotros de
aquello que les llegó en otras épocas, de los dramas de otros
investigadores? La angustia del obrero remachado a la cadena de
montaje como al remo de una galera, esa es la angustia de hoy día. ¿ O
mas simplemente está ligada a las definiciones y a las palabras de
hoy?
Panorama: Pero ¿qué es la angustia para el psicoanálisis?
Lacan:
Algo que se sitúa en el exterior de nuestro cuerpo, un miedo, un miedo
de nada mas que del cuerpo - comprometido el espíritu -pueda motivar. En
suma, el miedo del miedo. Mucho de esos miedos, mucha de esas
angustias, al nivel donde lo percibimos, tienen alguna cosa que ver con
el sexo.
Freud decía que la sexualidad para el animal parlante que se llama el hombre, no tiene ni remedio ni esperanza. Uno de los deberes del analista es el de encontrar en las palabras del paciente el nudo entre la angustia y el sexo, ese gran desconocido.
Freud decía que la sexualidad para el animal parlante que se llama el hombre, no tiene ni remedio ni esperanza. Uno de los deberes del analista es el de encontrar en las palabras del paciente el nudo entre la angustia y el sexo, ese gran desconocido.
Panorama:
Ahora que se coloca al sexo en todas las salsas, sexo en el cine, en
el teatro, en la televisión, en los diarios, en las canciones, en la
playa, se oye decir que la gente está menos angustiada concerniente a
los problemas ligados a la esfera sexual. Los tabúes han caído, se
dice, el sexo ya no da miedo ...
Lacan:
La sexomanía galopante es solamente un fenómeno publicitario. El
psicoanálisis es una cosa seria que comporta , y lo repito, una
relación estrictamente personal entre dos individuos: el sujeto y el
analista. No existe psicoanálisis colectivo, como no existe angustias o
neurosis de masas.
Que el sexo sea puesto a la orden del día y expuesto en todos los rincones de las calles, tratado de la misma manera que no importa cual detergente en los carruseles televisivos, no constituye absolutamente promesa alguna de beneficio. No digo que esté mal. Ciertamente, eso no sirve para asistir a las angustias y a los problemas singulares. Eso forma parte del mundo, de esa falsa liberación que nos es proporcionada como un bien acordado desde lo alto por la susodicha sociedad permisiva. Pero eso no sirve al nivel del psicoanálisis.
Que el sexo sea puesto a la orden del día y expuesto en todos los rincones de las calles, tratado de la misma manera que no importa cual detergente en los carruseles televisivos, no constituye absolutamente promesa alguna de beneficio. No digo que esté mal. Ciertamente, eso no sirve para asistir a las angustias y a los problemas singulares. Eso forma parte del mundo, de esa falsa liberación que nos es proporcionada como un bien acordado desde lo alto por la susodicha sociedad permisiva. Pero eso no sirve al nivel del psicoanálisis.
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